Ojalá algún día, no te pido hoy, ni mañana. Puede que pasado o al otro tampoco. Ni en cinco años. No lo sé. Lo único que deseo es que cuando llegue ese día, te levantes y lo único que necesites sea necesitarme. Así, como te necesito yo. No te hará falta más porque siempre voy a estar ahí, esperándote. Necesitándote. Hoy y mañana. Y pasado, y al otro. Y en cinco años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario